Es de sobra conocido el daño que la ingesta de alcohol produce en el hígado y en también en el cerebro, pero es menos conocido el efecto que tienen las bebidas alcohólicas en los riñones. Se ha visto que incluso un consumo esporádico tiene efectos negativos en los riñones, dado que se altera la producción de la hormona antidiurética que interviene en la reabsorción de agua en los riñones, lo que provoca una mayor diuresis. Esto puede llevar a una deshidratación. Además, el consumo excesivo puede llevar a una insuficiencia renal.
Para más información, ver este artículo.
Imagen de Steve Buissinne en Pixabay